Llaman a cumplir normativa de la Ley de Comunicaciones y Radiodifusión para favorecer inclusión
A pesar que la Ley Comunicaciones y Radiodifusión contempla que las transmisiones cuenten con un intérprete de Lenguas de Señas Mexicana, los canales de concesión privada no han aplicado esta medida, y sólo unos cuantos canales públicos lo realizan.
Al respecto, el Instituto de Gestión del Conocimiento y el Aprendizaje en Ambientes Virtuales (IGCAAV), del Sistema de Universidad Virtual, organizó el Seminario de Discapacidad y Educación Superior Online, en donde se abordó el tema del cumplimiento de esta norma, junto a discapacidad en educación superior, discapacidad y ambientes virtuales, entre otros.
Al respecto, Israel Tonatiuh Lay Arellano, investigador del cuerpo académico Inclusión-marginación en la era digital, mencionó que el interés de este seminario fue revisar qué pasa con estos derechos, en la legislación de Radio y Telecomunicaciones, Televisión y Cinematografía, y ver si se ha cumplido o no.
Añadió que incluir a un intérprete de señas es percibido por las cadenas comerciales como un gasto, porque representa que hay que producirlo, contratar a especialistas, además de que es más difícil que subtitular.
“Creo que es cuestión más técnica que una de inversión el tener que subtitular todo. Ya vemos programas, en el cable o en las plataformas, que ya vienen en sí subtitulados, y también ayudan mucho los closed captions que tienen algunas televisoras, pero eso no ayuda a veces, o no es tan exacto y te ponen ahí unas cosas por otras. Entonces sí vemos ahí que hay una falta sobre todo de los concesionarios privados que son los que han incumplido esto”, reflexionó Lay Arellano.
En Cinematografía, recordó que la intención normativa es subtitular todas las películas aun estando en español, para que una persona con discapacidad auditiva pueda disfrutarlas leyendo lo que se está diciendo.
“CINEMEX antes de la pandemia había lanzado un proyecto muy interesante que tenía que ver con algunas discapacidades que ayudaba a que pudieran ir al cine. Por ejemplo con la discapacidad psicosocial hacía que no estuviera totalmente apagada la sala, bajaban un poco el volumen, porque había personas que la discapacidad psicosocial a veces los alteraban”, explicó.
“Entonces fueron esfuerzos interesantes que se quedaron detenidos con la pandemia. Y que ahora con la crisis que le pegó a los cines por estar cerrados un buen tiempo, o por estar operando al 30 por ciento de su capacidad pues habría que ver de qué manera cumplen con ello, porque al final de cuentas es cuestión de inversión”, indicó
Número de boletín: 081
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Karina Alatorre