El maestro, clave para lograr una educación incluyente en las universidades
Los maestros, en coordinación con la administración escolar y con apoyo de los estudiantes, tienen una función clave para crear un ambiente de inclusión en las universidades; de ahí la necesidad de capacitarlos en la materia y proporcionarles los apoyos adecuados, afirmó el doctor Israel Tonatiuh Lay Arellano, investigador del Sistema de Universidad Virtual (SUV).
Al ser entrevistado con motivo del Día del Maestro –que es celebrado el 15 de mayo–, definió como universidad incluyente aquella institución que hace de la inclusión parte de una política institucional para poder admitir a alumnos con alguna discapacidad; formarlos, guiarlos y darles la tutoría necesaria, hasta el proceso de egreso.
La inclusión abarca aspectos como el que alumnos con discapacidad tengan acceso a los diversos espacios universitarios; para ello, son importantes recursos como las rampas que tengan la inclinación adecuada; señalética en braille; pictogramas y elevadores, entre otros.
En cuanto a la accesibilidad de los materiales, es importante asegurar que los documentos en PDF tengan la accesibilidad necesaria para que la computadora pueda leerlos, y que el software que utilizan las universidades tengan programas que incluyan la lectura de documentos en voz alta o programas especializados con regletas braille.
Explicó que para lograr una educación incluyente, un maestro debe de ser sensible ante las condiciones que enfrentan las personas con alguna discapacidad. Es aconsejable que sean capacitados por parte del centro universitario al que están adscritos, y si imparte clases en alguna preparatoria, por parte del Sistema de Educación Media Superior (SEMS).
En materia de capacitación, debe considerarse que podría haber alumnos con diversas discapacidades; por lo tanto, dicha capacitación debe ser continua, de manera que los maestros aprendan a trabajar para atender las necesidades de alumnos con distintas discapacidades. Es aconsejable también tomar en cuenta aspectos como la forma en que aprenden mejor los estudiantes, y cuáles herramientas son necesarias.
Podría haber alumnos con discapacidad visual, auditiva o psicosocial; por lo que la capacitación debe incluir cómo debe dirigirse el maestro cuando tiene alumnos con dichas discapacidades, qué tipo de actividades deben hacer, cómo retroalimentarlos, entre otros aspectos. Es necesario un diálogo con el estudiante para que fluya mejor el trabajo.
Lay Arellano destacó la importancia de la comunicación asertiva entre la administración y los docentes, porque si no hay un trabajo colaborativo con la administración, con la coordinación de la licenciatura o el jefe de departamento, habría complicaciones en los esfuerzos por extender una educación inclusiva en las universidades.
Se refirió a los esfuerzos que ha hecho la UdeG al ofrecer a maestros capacitación para tratar a alumnos con discapacidad visual, y el curso de Lengua de Señas Mexicana.
En cuanto a los compañeros del alumno con alguna discapacidad, agregó Lay Arellano, es importante que tomen consciencia de la importancia de apoyar, ya sea con lecturas, en los casos de compañeros con discapacidad visual; o en el caso de discapacidad auditiva, hacer exposiciones de manera clara y con tono de voz fuerte, por señalar dos ejemplos.
Número de boletín: 113
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Fernanda Velazquez